¿Qué te gustaría tener?
¿Horarios variados o a medio tiempo, tele-trabajo o puestos intercambiables?
Puedes conseguirlo, aquí te decimos cómo.
Si estás sentado en tu
escritorio en este momento, deseando poder trabajar desde casa, cambiar de
equipo, tener menos reuniones presenciales o trabajar en diferentes horarios,
tenemos algunas buenas noticias para ti: Hay un montón de maneras de hacer tu trabajo
de oficina tradicional más flexible.
¿Qué significa exactamente
“trabajo flexible”?
“La definición misma de un
‘trabajo flexible’ es muy flexible” dice Rita Friedman, coach de carrera con
sede en Filadelfia. “Por lo general, la gente tiende a pensar en un trabajo
flexible como uno con horarios que pueden adaptarse para satisfacer las
necesidades de programación de un trabajador, o algo que se pueda hacer de
forma remota. Pero un trabajo también podría considerarse flexibles si ofrece
la posibilidad de cambiar los roles y responsabilidades dentro de la empresa
(así como la rotación de puestos), si ofrece opciones para el trabajo
compartido o si la asistencia a las reuniones y eventos de empresa no se
considera obligatorias, entre otras cosas”.
Aquí hay 5 consejos para la
creación, negociación y aplicación de la flexibilidad formal del trabajo que
cambiará cómo, cuándo o dónde trabajas:
1. Ten claro lo que quieres.
La organización de un trabajo flexible puede significar teletrabajo, horarios a
tiempo parciales o flexibles, trabajo compartido, semana laboral comprimida o
cualquier combinación de éstos. “¿Qué tipo de trabajo flexible quieres y qué
tipo es el mejor para sus funciones de trabajo?”
2. Haz un plan y presenta tu
caso. “La manera más factible de hacer tu trabajo tradicional más flexible es
acercarte al jefe con algunas soluciones, en lugar de simplemente pedirle que
te permita trabajar desde casa”. “Si puedes presentar un caso de por qué sería
bueno para la empresa, así como la forma en que lo harías, será mucho más
convincente que simplemente pedir trabajar desde casa y esperar que la empresa
vea el beneficio y averigüe la forma de ajustar la logística”.
3. Calma tus temores. Los
jefes están preocupados por varios factores cuando se trata de trabajo a
distancial. “La confianza, la comunicación y la productividad son tres de los
principales”. ¿Cómo vas a mostrarles que pueden confiar en ti para trabajar de
forma independiente en casa? ¿Qué métodos de comunicación utilizarás, cuándo y
con qué frecuencia? ¿Estás listo para hacer un seguimiento de su trabajo y
demostrar tu productividad a tu jefe? ¿Cómo? “Incluso si tu jefe no te pide
esas cosas en concreto, trae a colación el tema y responde a las preguntas que
ni siquiera te han hecho”.
4. Aumenta tu valor. “Al
mejorar tus propias habilidades tecnológicas puedes posicionarte como el
experto de la oficina en un área determinada, como el diseño web,
comunicaciones por correo electrónico o administración de base de datos”. “Al
convertirte en la persona mejor calificada para hacer algo que beneficia a la
empresa, tienes algo para aprovechar, y si la única persona que puede aumentar
el ranking de SEO de la empresa quiere hacerlo a las 3 am en lugar de las 3 pm,
la empresa será mucho más receptiva a eso que la idea de contratar (y pagar) a
alguien externo”.
5. Demuestra que se puede
tener éxito. Si todo lo demás falla, usa una crisis para demostrar su
fiabilidad y vuelve a intentarlo. “En 2011, muchas empresas informaron que
permitían a los empleados permanecer en sus hogares durante las grandes
tormentas de invierno que se extendieron por todo el país”.
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