Convertir consumidores en fanáticos acérrimos es una meta
alta, pero bastante redituable. Cuando tus clientes se vuelven más que eso y se
convierten en fans acérrimos, es una manera de conseguir embajadores de marca
en todas partes del mundo.
Tomemos el caso de Apple, por ejemplo, que más que
personas que compran sus productos y están contentos con ellos, tienen fans en
todas partes del mundo que portan la marca con orgullo, que hacen de Apple su
estilo de vida y su bandera, y que la defienden a capa y espada. Lograr algo
parecido es posible para cualquier empresa, aunque el camino no es precisamente
sencillo. Las bases para lograrlo son básicas, pero se requiere de un arduo
trabajo alimentando estas características cada día.
1. Feedback, respuesta y atención
Trátalos de manera personalizada, responde a sus dudas y
comentarios, aunque sea con un simple “gracias”. Si ven tu interés en ellos,
los harás sentir especiales, no importa que seas un negocio grande o pequeño.
Esto convertirá la experiencia de los consumidores en una totalmente positiva.
2. Alimenta la idea de que forman parte de un grupo
particular
Según NeuroScienceMarketing, Steve Jobs tuvo una manera
muy particular de posicionar Apple: sembró la idea de que quienes tuvieran sus
productos, formaban parte de un círculo especial, eran mejores que los que no
estaban en ese grupo. Apeló a esa necesidad de los seres humanos que tenemos de
pertenecer a un lugar, con alguien. Además, en su estrategia de mercadotecnia,
hizo que los consumidores de Apple desarrollaran sentimientos negativos hacia
Microsoft, alimentando la competencia, pero siempre haciendo sentir a los
entusiastas de Apple que estaban en el camino correcto.
3. Innova constantemente
En tus promociones, en tus contenidos, en tus productos.
Si no eres diferente a los demás en el mercado, no podrás destacarte y los
consumidores no tendrán nada de lo que sentirse orgullosos. Si eres innovador y
creativo, seguramente aumentarás un poco más en la escala de su cariño, y
querrán conocer más de tu empresa. Nunca bajes la calidad de tus innovaciones,
ni de tus contenidos/productos del día a día.
4. Transmite tu entusiasmo
¿Te gusta tu propio negocio? ¿Estás enamorado de los productos
que ofreces? Pues demuéstraselo al consumidor. Sólo convenciéndolos de tu
propio orgullo y felicidad podrás contagiarlos -y venderles- esa idea. Tus
planes de mercadotecnia deben ser siempre frescos y entusiastas, y transmitir
ese entusiasmo al servicio al cliente.
5. Educa y aprende
Tú, como experto en tu negocio, tienes oportunidad de
mostrarles cosas nuevas e interesantes de tu área. No seas egoísta con tus
conocimientos y compártelos de manera creativa. Pero no te atores en la idea de
que tú lo sabes todo, tus consumidores también pueden transmitirte conocimiento
y feedback. Pon atención a las cosas que sugieren que cambies, a los
comentarios e incluso a los posibles tips que puedan darte. Sácale provecho a
esta interacción y haz que se note.
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