Los directivos se enfrentan
a varios problemas. La clave está en comunicar su visión, estar informados y
equilibrar sus responsabilidades.
Los CEOs son denigrados
todos los días por los medios, los empleados y la sociedad como seres
ambiciosos y hambrientos de poder que son sobre pagados. Aunque algunos
directivos se ajustan a esta descripción, la realidad es que la mayoría de
ellos está haciendo un gran esfuerzo y tiene inseguridades como cualquier otra
persona.
De hecho, hay tres grandes
retos que dejan a los CEOs con una sensación de impotencia en buena parte de
las organizaciones. Estos retos pueden superarse si los directivos adoptan el
liderazgo moderno y utilizan las herramientas y los procesos correctos:
Falta de influencia. Esto
puede ser sorprendente para aquellos que no estén familiarizados con el papel
del CEO, pero muchos directivos sienten que tienen muy poca influencia en sus
organizaciones. Esto es especialmente verdadero cuando la empresa crece. Como
ya no son contribuyentes superestrellas de marketing, grandes vendedores o
cualquier función que realizaran anteriormente, muchos CEOs simplemente no
saben qué hacer. No pueden reconciliar el hecho de que tienen control limitado
en sus empresas, pero completa responsabilidad de los resultados. Muchos CEOs
reaccionan muy mal a esta situación y terminan limitando su influencia.
Algunos CEOs tratan de
controlar todo, microadministrando y finalmente afectando a su equipo. Este
enfoque en temas tácticos surge a expensas de la estrategia. En el otro
extremo, algunos CEOs renuncian al control después de comunicar la estrategia.
Esta actitud de ‘dejar hacer’ mantiene al CEO tan alejado del flujo diario de
la organización que normalmente no ve el problema hasta que es demasiado tarde.
Y después culpa a los empleados por no ejecutar su gran estrategia.
Falta de información
oportuna. Muchos CEOs no descubren los problemas hasta que es demasiado tarde
para actuar. La mayoría de la información que el CEO recibe, especialmente en
reportes semanales, mensuales o semestrales, es una mirada al pasado, por lo
que tiene muy poco valor para la empresa.
Considera esto: En una
reunión operativa estándar, típicamente del 80 al 90 por ciento del tiempo se
utiliza en discutir las proyecciones de ingresos y cómo las ventas las
cumplirán. ¿Por qué? Porque en la
mayoría de las empresas, ésta es la única información orientada en el futuro
que recibe el CEO. Los demás departamentos presentan datos históricos, los
cuales son poco útiles e irrelevantes para el trabajo del CEO.
Falta de empleados
comprometidos. Muchos CEOs se sorprenden porque sus empleados no están
involucrados en sus trabajos. La razón es que los empleados no ven una conexión
directa entre las metas de la empresa y sus labores diarias. Así que aunque los
empleados parezcan siempre ocupados, podrían no estar haciendo las tareas que
impulsan la estrategia de la compañía. Toman decisiones y actúan según lo que
es bueno para ellos, para su jefe o su departamento, al contrario de actuar por
el bien de la empresa.
Esto es lo que puedes hacer
para superar los retos del CEO:
Sé el jinete. ¿Y qué puede
hacer el CEO acerca de estos retos? La respuesta se encuentra en balancear la
tensión inherente entre tener completa responsabilidad pero control limitado.
Para ser grandioso, el CEO moderno debe tener influencia sobre su organización.
Este tipo de management
sutil pero activo es similar al de un jinete montando a caballo en una carrera.
El jockey y el caballo deben trabajar a un ritmo constante, pero nadie puede
decir que el jockey tiene control total de un caballo que corre a 40 millas por
hora. Los mejores jinetes son aquellos que saben cómo mover al caballo por la
pista y posicionarlo sutilmente para la victoria.
Aduéñate de la visión. La
forma de guiar una organización es adueñarse de la visión y asegurarse que
todos comprendan la estrategia de la empresa. Después, el CEO necesita
relacionar la estrategia a las metas del empleado. Esta interconexión es
crítica para los empleados que requieren de motivación emocional. Al perseguir
una misión y visión en común, los empleados se sienten parte de algo más grande
que ellos mismos.
Ten un sistema. Los sistemas
de metas son comunes en las empresas, pero muchos CEOs no saben cómo
convertirlos en un sistema de management para dirigir sus empresas más
eficientemente. En lugar de tratar de microadministrar o ver todo desde
distancia, los CEOs deben tener un entendimiento interno a partir de una
colección de personas informadas e inteligentes que quieren ayudar.
Para recibir la información
correcta de su personal, los CEOs necesitan hacer las preguntas correctas y
tener una herramienta para recolectar la información. El sistema debe
recolectar datos de todos los empleados sobre las maneras en que lograrán sus
metas, con actualizaciones semanales y alertas de posibles problemas que el
director debe saber para actuar antes de que sea demasiado tarde.
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