Más allá de tus habilidades, es importante que tengas una
mentalidad de éxito que te indique que todo es mejorable o modificable.
Los emprendedores son un grupo curioso: Vienen en todos
los tamaños, formas, géneros y personalidades. Muchas veces se despiertan al
amanecer, pero generalmente son los últimos en abandonar la oficina. Usan
aplicaciones para ser más productivos, interactúan con toda clase de gente y
son extremadamente curiosos.
Cuando un emprendedor es realmente bueno, también hace
que los demás nos preguntemos si vale la pena madrugar y nos motiva a hacerlo.
La reconocida empresaria, inversionista y personalidad mediática Ingrid
Vandervelt, los define de esta manera: “Los emprendedores son rompedores de
barreras cuya visión optimista del mundo, combinada con el pensamiento
creativo, les permite enfrentar los mayores retos”.
¿Suena demasiado loco? Bueno, en realidad ésa es la
intención. Más allá de lo que hace un emprendedor existe una mentalidad que los
hace creer que hasta lo que parece imposible es posible; más allá de las listas
de pendientes, hay una forma de pensar que funciona como motor para actuar en
contra del mundo.
Si piensas de esta manera, las posibilidades de que
triunfes haciendo lo que quieres son muchas. Por eso, te compartimos cinco
formas de pensar que son comunes en los grandes emprendedores, ¿las tienes?:
1. Te gusta sentirte como un niño
Los emprendedores tienden a actuar como los niños en una
juguetería. Nada está fuera de su alcance y su curiosidad es contagiosa.
Cuando le pedí a la CEO de Guide, Leslie Bradshaw, que me
explicara por qué prefería la mentalidad emprendedora en su vida, me respondió:
“Conservo mi asombro infantil vivo. Me acerco al mundo con curiosidad, pasión,
riesgo, tolerancia y fe –exactamente igual a como lo hacía cuando era niña. Las
empresas más tradicionales para las que trabajé cuando salí de la universidad
no adoptaban esta ideología, de hecho la desmotivaban”.
2. Te gusta pensar (o sabes) que puedes hacerlo mejor
La innovación presupone que todo puede mejorarse. Para
los emprendedores, esta suposición es la fuerza motriz detrás de sus esfuerzos.
Jeremy Johnson, emprendedor y fundador de 2U, dice: “El
tren de pensamiento de un emprendedor va así: ‘todo lo que me rodea fue
inventado por alguien, y esa persona probablemente no sea más inteligente que
yo’. Creemos que casi todo se puede mejorar de alguna manera. Empezamos a
imaginar qué podría haber en lugar de lo que existe… el mundo es maleable y la
mayoría de las reglas en realidad son guías a seguir”.
3. Eres típicamente optimista
Esto podría ser algo extremadamente obvio como para
destacarlo, pero su importancia no se debe subestimar. Existen muchos
emprendedores que tienen una predisposición negativa; pero podría afirmar que
los que piensan de esta manera generalmente no llegan muy lejos. Dos cosas
tienden a ocurrir: 1) se ganan reputaciones de pésimos jefes y líderes 2) sus
negocios eventualmente fracasan debido a su profecía de auto fracaso.
Nota: Ser optimista es una mejor manera de mirar el
mundo, así que hazlo por tu propio bien.
4. Te gusta romper reglas
Los emprendedores son naturalmente rompedores de reglas e
inconformistas. Ésta es una actitud y una mentalidad. Meredith Fineman, CEP de
FinePoint Digital PR, presenta un vistazo a lo que pasa por la mente de un
emprendedor regularmente: “Se me dificulta relacionarme con las personas que
esperan que termine la semana o dejar la oficina para ir a la Hora Feliz. Mi
trabajo nunca se termina, ni quiero que termine. Eso no significa que nunca
hago cosas sólo por placer, pero estoy construyendo mi propia vida y no
estrechándola según las ideas y estándares de alguien más”.
5. Te adelantas a tu tiempo
Este último punto se acentúa en la época moderna, donde
la tecnología es esencial para innovar. Como Vandervelt observa: “La tecnología
ha sido el común denominador de todas las empresas que he empezado, desde la
obtención de datos hasta las energías verdes. Creo que es un ecualizador y
facilitador. Los emprendedores jóvenes y las startups necesitan enfocarse en
escalar su empresa, entregar mejores y más rápidos resultados, y maximizar la
productividad de su fuerza laboral. Todo esto puede apoyarse con la
tecnología”.
Ya sea que estés considerando mojarte los pies como
emprendedores primerizos o ya te encuentres en el camino, debes tener en mente
que lo que piensas es tan importante como lo que haces. Pensar como emprendedor
requiere una percepción única del mundo y una mentalidad que ayude a ver el
mundo como posibilidades ilimitadas para mejorar y cambiar.
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