Nuestro miedo al rechazo es
tan poderoso que a muchos nos detiene, nos demos cuenta o no. Este temor nos
evita seguir adelante y avanzar en nuestras vidas personales y profesionales.
Como resultado, tienes miedo de establecer metas y de tomar riesgos.
Lo admito: es sumamente
difícil no tomar el rechazo como algo personal. Todos queremos sentirnos
aceptados, y lo mismo ocurre con nuestros proyectos. Cuando pones tu corazón y
mente en algo, llega a sentirse como una extensión de tu cuerpo. Sin embargo,
también es una realidad que el rechazo es inevitable. Y cuando una puerta se
cierra, otra se abre. ¿Entonces cómo puedes sacar lo mejor del rechazo? ¿Cómo
puedes convertir tu miedo en motivación?
He recibido el tan temido
“No” tantas veces que creo podría cubrir toda mi casa con las cartas de rechazo
que me han enviado. Pero la buena noticia es que, aunque no puedes controlar
cuándo o qué tan seguido serán rechazadas tus ideas, sí puedes controlar tu
reacción. Aprende cómo manejar tu miedo y aprovecha al máximo cada rechazo.
Aquí unos consejos:
Planea por adelantado.
Siempre ten un plan A, un plan B y un plan C. Si lo haces te sentirás menos
desesperado, y como resultado, menos afectado por el rechazo. Si tienes otras
opciones puedes pensar de manera más crítica sobre el porqué del fracaso de tu
idea. Después de todo, no es sabio poner todos los huevos en la misma canasta.
Acepta que ningún proyecto es perfecto, de manera que puedas empezar a pensar
dónde están las fallas. Necesitas aceptar estas realidades, no ignorarlas.
Analizar tu idea desde otras perspectivas te ayudará a entender el rechazo y
cómo combatirlo.
Pregunta el por qué. Si tu
idea es rechazada, pregunta por qué. Este consejo es tan simple que me sorprende
que las personas no lo sigan. Pide respetuosamente a quien te rechazó que te
explique por qué tu idea no funcionó. No te pongas emocional ni continúes
vendiéndoles tu idea. Si están dispuestos a explicarte, escucha con atención.
Esta retroalimentación no
tiene precio. Podrás atender a sus objeciones después; ahora es el momento de
responder a ellas. Sí, es difícil no discutir, pero sólo escucha. Ésta es
información crucial que no querrás perderte. Podrías sorprenderte de lo que
aprenderás.
Convierte ese conocimiento
en poder. Cuanta más información tengas de por qué fue rechazada tu idea, más
serás capaz de modificarla acordemente. Muchas veces, el rechazo surge de una
falta de entendimiento. Si tu idea no es adecuada para una empresa, la rechazarán,
y eso no significa que no sea buena. Lo que aprendas podría ayudarte apitchear
tu producto de manera distinta a esa empresa en el futuro, o tal vez a darte
cuenta que te estás equivocando de target.
He descubierto que iniciar
un diálogo con una compañía es una excelente forma de ganar respeto. En el
pasado, visité muchas empresas y regresé con un producto revisado. Ellos
entendieron que iba en serio y que realmente estaba pensando en sus
necesidades.
Me gusta decir que el
emprendedurismo es un juego de números: Simplemente puesto, vas a recibir
muchos “no’s” antes de lograr un “sí”. Es estresante, pero cuanto antes te
acostumbres a ser rechazado, mejor será tu negocio. Cuando me siento nervioso
sé que estoy vivo. Y si puedes convertir un rechazo en una oportunidad para
mejorar tu negocio, entonces estás en camino al éxito.
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