Todos los
seres humanos tenemos creencias positivas y negativas que respaldan nuestro
actuar. Aquí algunas creencias detectadas en la práctica vinculadas a los seis
errores más frecuentes en nuevos emprendedores.
1. Querer hacerlo todo
Respaldado
por la falsa creencia: “Si quiero que se haga bien, lo hago yo mismo”,
este es el error más frecuente que encuentro en la práctica con emprendedores.
Provoca improductividad, por ineficacia e ineficiencia. Intentar resolver
problemas fuera de tus conocimientos habilidades y talentos, merma el
emprendimiento, conduciendo a un desgaste innecesario y a la larga al fracaso.
Soluciones: Ubicar las fortalezas
personales y saber delegar con base en reconocimiento de perfiles de puestos
para una correcta selección de tus apoyos. Si ya se cuenta con un equipo, el
liderazgo situacional puede ser de gran ayuda. Si los recursos son escasos para
la contratación, resulta rentable negociar instrucción y/o apoyo externo.
2. Querer asociarse pronto
Respaldado
por la falsa creencia: “Lo que me urge ya es un socio”, esta frase sirve
en muchos casos como pretexto perfecto para esconder el miedo a enfrentar
“solos” los retos. El problema está en confundir el requerir de
hacerte de un equipo con asociarte. El hacer las cosas con urgencia pone en
riesgo tu negocio lo que puede provocar: Malas decisiones en la selección
de tu equipo y enfrentar conflictos por falta de acuerdos claros en temas
económicos, roles de puestos y competencias laborales.
Soluciones: Adquirir conocimientos sobre perfiles
de acuerdo a competencias y apalancamiento de recursos. Dos, hacer hincapié en
valorar la honestidad y la honradez como criterio clave de asociación. Tres,
apóyate de un especialista en materia legal, para que los acuerdos económicos
estén sustentados. Recuerda buscar apoyo, no te hará incompetente, sino
franco, inteligente y hasta audaz si lo sabes hacer.
3. Querer asociarse con gente
cercana
Respaldado
por la experiencia propia o de terceros, aparece la creencia: “Necesito
socios que no me jueguen chueco”, entonces se presentan sociedades con
familiares, pareja y amigos. Los conflictos detectados como más frecuencia en
estos casos son: Abuso de confianza, falta de compromiso, confusión de
jerarquías y el miedo a enfrentar los problemas laborales para evitar
“llevarlos a otro terreno”.
Soluciones: Separación primaria de lo
personal y lo laboral, comunicación asertiva para la sana convivencia,
reconocimiento jerárquico en cada espacio, o separación absoluta de ambas
esferas. Recomendable en casos complejos buscar la ayuda profesional de un
especialista.
4. Falta de planeación
Respaldado
por la creencia: “No necesito escribir lo que ya sé”, es que aparecen
problemas de planeación de todo tipo. Pareciera resultado de emprendedores necios
o aquellos formados al vapor por la necesidad. En este caso las problemáticas
son muchas por falta de todos o alguno de los planes básicos (Negocios,
Marketing, Publicidad) y proyecciones financieras.
Los tres
puntos específicos más comunes de acuerdo a la práctica en los casos de
tener algunos planes: a) Productos y servicios con diferenciadores
mercadológicos débiles b) Omisiones de básicos numéricos o situacionales
que afectan la utilidad y rentabilidad c) Desconocimiento del mercado por falta
de investigación.
Soluciones: Estructurar lo faltante,
buscar técnicas para realizar propuestas únicas de venta y branding efectivo.
Conseguir financieros ágiles y con buena comunicación. Buscar posible
instrucción con Mentoring de emprendimiento o un especialista en los rubros de
las deficiencias.
5. Falla en estrategia
Respaldado
por la creencia debilitante: “Ya le iré midiendo el agua a los camotes”
es que se terminan quemando. Recuerden que un plan dicta lineamientos, pero en
ellos no siempre se incluyen las modificaciones tácticas, por lo que la
reestructura estratégica debe ser es una actividad constante.
Los tres
errores más frecuentes en este rubro: a) Tácticas desconectadas del
objetivo general o mal orientadas b) Omisión de indicadores de desempeño o poca
precisión de los mismos c) Mal manejo de los dos recursos más valiosos: Tiempo
y Dinero.
Soluciones: Ubicar dirección y sentido de
cada táctica, priorizarlas y definir con precisión los indicadores de
desempeño. Generar una sana gestión de recursos y buscar Coaching de negocios
para encontrar puntos ciegos en la estrategia y obtener una perspectiva distinta.
6. Desconocimiento sobre negociación
y ventas
Respaldado
por la falsa creencia de: “Los que no consiguen trabajo, se vuelven
vendedores”, es que encontramos una gran cantidad de emprendedores que
desvalorizan la actividad base más productiva que existe, y por supuesto cargan
a cuestas desconocimiento y deficiencias brutales, en ventas y negociación.
Soluciones: Tu producto y/o servicio
puede ser maravilloso, pero sin el conocimiento de técnicas de negociación y/o
presentación de los beneficios que ofreces puede quedar a la deriva. El
orden de la presentación, el conocimiento de perfiles de tu cliente potencial y
la correcta elección de estructuras argumentativas o persuasivas hacen la
diferencia.
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