Por lo general, el trabajo
se vuelve una carga bastante pesada cuando tienes mucho qué hacer y sientes que
no avanzas. El motivo de esto es gracias a la imposibilidad de concentrarse o a
la falta de una buena rutina laboral. Tus horas en el trabajo no tienen que ser
un amasijo de angustia, sigue estos sencillos consejos para ser más productivo
e ir sintiendo poco a poco cambios que incluso se reflejarán en tu cuerpo y tu
estado de ánimo.
1. Apégate a una rutina
Una hora específica para
despertar, una hora específica para comer, hora específica para revisar tus
correos, para hacer ejercicio. Dependiendo de las tareas que tengas durante el
día, inventa las rutinas de la semana, porque el cerebro trabaja mejor cuando
está organizado y sigue patrones. Marcarse deadlines y tener horarios nos
fuerza a ser más veloces y productivos. No decidas irte de tu oficina “hasta
que acabes el trabajo”, hazlo a tus horas y manténte consciente de eso durante
el resto del día, para que no vayas relegues tus tareas y puedas salir a la
hora correcta.
2. Prioriza tus tareas
Al inicio del día realiza
una lista de las cosas que debes hacer y su orden de importancia. Divide esa
lista en tareas pequeñas y realizables, no trates de anotar el general porque
de ese modo jamás harás nada. Utiliza tu smartphone o un cuaderno (no lo hagas
mental) para anotar todas las tareas y usa recordatorios de acuerdo al tiempo
que crees que te llevará cada una. Competir contra el tiempo una vez que tengas
todo en orden también es un incentivo. Si salen cosas inesperadas, mételas en
la lista según el orden de importancia, y no entres en pánico.
3. Concéntrate en una sola
cosa a la vez
Si mientras escribes un
texto estás hablando por teléfono, o interrumpiéndote para revisar el Facebook,
perderás la concentración y el cerebro se tardará en volver a su máximo
rendimiento. Olvídate de las supuestas bondades del multitasking, porque lo
único que logras es agotarte de más. Utiliza los dos primeros consejos para
organizarte y mantenerte en lo que estás haciendo hasta que lo termines.
4. Descansa
Tomar descansos de entre 5 y
10 minutos por cada hora de trabajo permitirá que tus energías regresen. No
importa cuán adicto al trabajo seas, es necesario dejar al cerebro descansar
para que alcance su máximo rendimiento durante todo el tiempo que lo necesitas,
de lo contrario siempre estará a la mitad de su capacidad. Platica con alguien
o da una caminata pequeña. Solo asegúrate de que este break no se vuelva una
larga procrastinación.
5. Aprende todo lo que
puedas de la industria
Utilízalo como incentivo,
saber que en tu trabajo estás aprendiendo cosas nuevas día con día será un
impulso para seguir haciéndolo bien. No te vuelvas un autómata y saca jugo de
tu entorno. Aprende de tu jefe y de tus compañeros de trabajo, lee todo lo que
puedas que sea referente a la industria en la que te desarrollas. Descubre
innovaciones, personalidades y todo lo que está cocinándose en tu sector.
Mantenerse actualizado te ayudará a ser más proactivo.
6. Manténte positivo
No es un cliché imposible de
seguir. Que te mantengas con buena actitud a lo largo del día te ayudará a ser
más veloz y hacer las cosas con más precisión. A todas las supuestas desgracias
que ocurran durante el día, trata de encontrarles el lado más positivo. Márcate
metas ya sea de ahorro o para comprarte un capricho, incluso es posible que tu
meta sea llegar a tumbarte a ver la tele al final del día, y piensa en ellas
cuando sientas que te faltan las fuerzas. Mantenerte con buena actitud es vital
para aprovechar al máximo lo que ofrece tu entorno laboral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario