LinkedIn es una fuente muy confiable, por lo que tu página en
esta red social tendrá un buen posicionamiento en los resultados de Google y la
gente podrá verla sin acceder a LinkedIn, dándole a tu empresa una exposición
significante. Por esta razón, debes asegurarte que tu página en LinkedIn esté
completa y que la actualizas frecuentemente con las últimas noticias de tu
empresa o con los nuevos lanzamientos de productos.
Para los usuarios
de LinkedIn, las páginas de empresas son una buena forma de investigar a una
compañía en particular. En ellas existe suficiente información sobre casi
cualquier empresa, incluso si ésta no tiene página. Cuando buscas una compañía
en LinkedIn, verás los resultados de su página y de todas las empresas que
trabajan cerca de ella.
Sigue
empresas para que puedas revisar o mantenerte actualizado sobre sus productos y
servicios, ver a quién contratan e incluso para saber qué está haciendo tu
competencia. Las páginas empresariales les permiten a los clientes y prospectos
conocer a las personas que trabajan en tu compañía. Puedes mostrar a los
empleados detrás de tu marca y cómo los clientes usan tus productos.
Tu página es
una excelente forma de solidificar tu reputación y construir confianza con tus
compradores actuales o potenciales. Entre los componentes básicos de una página
de empresas está el resumen de los productos y/o servicios que ofrece. La
pestaña de ‘resumen’ despliega una visión rápida de la compañía, incluyendo una
breve descripción y todos los empleados que la conforman. También puedes
desplegar posts de un blog y actualizaciones de Twitter.
Las
actualizaciones de estado son realizadas por la compañía para compartir sus
noticias, lanzamientos y promociones. Estas actualizaciones son una poderosa
herramienta de comunicación que te permite enviar mensajes y ligas directamente
a tus seguidores. Estos posts podrán ser vistos en la pestaña de “resumen” por
cualquier usuario de LinkedIn y por los miembros de la compañía. Si sigues a la
empresa, verás las actualizaciones de estado directamente en tu página de
inicio, por lo que te será fácil saber qué está sucediendo en la empresa, con
la competencia o en la industria.
Todos los
miembros de LinkedIn pueden ver las actualizaciones, darle clic a los links o
ver los videos publicados. También pueden comentar en ellos, darles “me gusta”
o compartirlos con sus seguidores, lo que permitirá que tus actualizaciones se
viralicen. También puedes destacar tus productos o servicios en la pestaña
“productos”. Cuando los prospectos o los clientes visiten la página, podrán ver
cuántas personas en su red recomiendan tu producto, asimismo, pueden añadir sus
propias recomendaciones. Añade los detalles de contacto como gerente de
producto o responsable de ventas.
No obstante,
la herramienta más poderosa de tu página es la habilidad de desplegar contenido
para tu audiencia. Es posible mostrar los detalles técnicos de tus productos a
un desarrollador mientras muestras el costo-beneficio a un ejecutivo. Puedes
crear hasta 30 segmentos de audiencias distintas para versiones diferentes de
esta pestaña, basándote en una variedad de atributos como la industria, cargo,
experiencia, geografía y tamaño de la empresa, proveyéndole contenido
personalizado a cada miembro.
Puedes
elegir cualquier idioma para tu página empresarial. Es mejor elegir manualmente
a los administradores de la página, debido a que de esta manera tendrás control
sobre lo que se publica. Designa a al menos dos administradores, o más si
trabajas en una empresa grande y tu página va a requerir de mucha actividad.
Una buena opción es tener un administrador de recursos humanos, ventas,
relaciones públicas y marketing, para que puedan manejar eficientemente sus
áreas respectivas.
Es
imperativo que asignes a alguien para que monitoree constantemente tu página;
cualquier comentario ofensivo debe ser removido inmediatamente. Los comentarios
negativos no siempre deben ser eliminados, si los respondes de la forma adecuada.
Toda empresa
tiene un cierto número de clientes insatisfechos; puedes responderles de una
forma positiva y pública. Siempre habrá algún problema con tu producto o
servicio, y la comunicación adecuada no sólo lleva a su resolución, sino
también a mejorar la reputación de la marca. Admitir errores, desarrollar
soluciones rápidas y comprometerte con la comunicación les demostrará a tus
clientes que ofreces un excelente servicio al cliente.
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