.jpg)
Las compañías pequeñas saben o intuyen la sentencia anterior y por medio
de las redes sociales comienzan a potenciar la marca, atendiendo a las
necesidades de los clientes antiguos, haciendo una gran diferencia en el marketing
tradicional.
No hay duda que las redes sociales han cambiado el ciclo de servicio al
cliente y ahora ocupa un lugar preponderante en quienes conocen el secreto para
conseguir más clientes. El antiguo “de boca en boca” se viraliza con rapidez y
no hay tiempo que perder. Así, quienes utilizan las comunidades como forma de
estar en contacto con sus clientes, comienzan a concentrarse en la post-venta.
¿Cuál es el resultado lógico de esta gestión? La excelencia en el
servicio acarrea nuevos usuarios, con menos inversión de marketing para la
empresa (considerando obviamente, que existe un presupuesto asignado para el
Community Manager o el equipo encargado del área de Social Media). Una buena
atención, la solución para un problema concreto, la gestión para el reemplazo
del producto se agradece y luego se publica.
En el embudo tradicional, el papel del marketing es impulsar el
conocimiento y generar clientes potenciales. En una espiral que comienza con la
conciencia y conocimiento del producto, consideración, selección, satisfacción,
defensa y lealtad, la atención al
cliente se encuentra justo después de la selección y compra.
La web social ha cambiado completamente este paradigma. El ciclo de
vida del cliente se expresa ahora
como un círculo continuo. Las redes sociales fijan la atención al
cliente en la parte superior de esta rueda. Proporcionar servicio al comprador
en las redes genera comentarios positivos, como decíamos y construye relaciones con los seguidores de la
marca. Esos seguidores, a su vez, crean conciencia de las campañas de tus
productos o servicios, compartiendo su buena relación con ella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario