Tener un gran producto o servicio no es garantía de éxito, también
debes tener una buena estrategia de pricing. Eso requiere que conozcas bien a
tus consumidores para saber cuánto están dispuestos a pagar, así como los
precios de tu competencia. También debes considerar la segmentación del mercado
y los beneficios tangibles e intangibles que estás vendiendo.
Hablamos con expertos y obtuvimos 10 importantes preguntas que debes
hacerte antes de poner una etiqueta de precio. Toma nota:
¿Cuánto está dispuesto a pagar el cliente por mi producto?
Si hacer un producto cuesta un peso, muchas empresas asumen que deben
cobrar dos por él, pero esto no es lo óptimo, dice Mark Stiving, autor de
Impact Pricing: Your Blueprint for Driving Profits.
“El pricing debe estar basado únicamente en lo que el cliente está
dispuesto a pagar. Si el cliente está dispuesto a pagar $1,000 por algo que
costó $100, entonces tienes un producto exitoso. Si el cliente está dispuesto a
pagar $1,000 por algo que costó hacerlo $1,000, no aumentes el precio, te
quedarás sin negocio”. Para saber cuánto está dispuesto a pagar el consumidor
haz encuestas y focus groups.
¿A qué tipo de cliente quiero dirigirme?
Si quieres llegar a clientes que valoran tu producto al máximo y le
cargas un precio alto, podrás ganar más dinero por venta pero limitar el tamaño
de tu mercado. Si te diriges al mercado masivo con un producto de menor precio,
ganarás menos por transacción pero venderás muchas más unidades. La situación
ideal es cortar el mercado en segmentos y tener diferentes precios por producto
o punto de venta, recomienda Stiving.
¿Cómo debo reaccionar a los precios de mi competencia?
En una estrategia de pricing hay tres preguntas básicas: ¿Quién provee
una alternativa a mi producto? ¿El mío es mejor o peor?, y ¿Al cliente le
importa?, según Tim J. Smith, gerente de la firma especializada en pricing
Wiglaf Pricing. Si tu producto es mejor, busca un precio competitivo y
auméntalo. Si no es tan bueno como el de tu competencia, busca un precio competitivo
y bájalo. Y conforme cambien los precios de tu competencia, cambia los tuyos
también. Esta estrategia sólo aplica cuando los clientes están muy
familiarizados con los precios.
¿Puedo ofrecer diferentes niveles de productos o servicios?
Siempre es mejor darles a los clientes la posibilidad de elegir, dice
Jean-Manuel Izaret, socio de Boston Consulting Group. Izaret sugiere ofrecer al
menos tres niveles de precios en un producto: el básico, el mejorado y el
Premium. Destaca a Apple que ha entrado al mercado con laptops de 16, 32 y 64
GB. “Si sólo ofrecieran la de 16 GB, venderían mucho pero perderían al cliente
que está dispuesto a pagar más por el mejor. O si sólo tuvieran la versión de
64 GB, perderían al grueso del mercado”.
¿Cómo puedo ajustar mis precios?
Por lo general, las empresas pueden alcanzar del 1 al 7 por ciento de
mejora en márgenes de ganancias ajustando los precios para adaptarse a
consumidores específicos, dice Smith. “Clientes distintos tienen distintas
voluntades para pagar, e incluso el mismo cliente puede variar su voluntad
dependiendo de la ocasión de compra”. Para determinar cómo y cuándo ajustar los
precios, puedes observar los hábitos de compra de tus clientes a través de
entrevistas y focus groups.
¿Le he dado al cliente una razón para pagar más por mi producto?
Si los frijoles de Del Monte cuestan $15 pesos y los de marca libre
$13, es el trabajo de Del Monte asegurar que los consumidores entiendan y
valoren la diferencia, dice Stiving. Hay diferencias reales entre productos y
también hay percepciones diferentes. La diferenciación real surge en el
desarrollo del producto; la diferenciación de percepción, del marketing y las
ventas.
“Idealmente has creado una diferenciación real y se la has comunicado a
los clientes para que también sea percibida”, dice Stiving. “En el caso de Del
Monte, ellos añaden diferenciación real a través de sus medidas de control de
calidad, y la diferenciación de percepción a través de publicidad de calidad”.
¿Puedo basar mis precios en parte por mis beneficios intangibles?
Muchos negocios basan sus precios estrictamente en el producto o
servicio, pero muchas empresas deberían hacerlo en base a los beneficios
intangibles que entregan a sus clientes.
Tomemos a un servicio de jardinería como ejemplo. “Si les dices a tus
clientes que tienes la podadora más moderna, eso no significará nada para
ellos”, afirma Matt Johnson, un experto en pricing de Simon-Kucher. “Pero si
les muestras que los estás liberando de usar tres horas de su tiempo y permitiendo
que su casa se vea bien y asombre a los vecinos, entonces significarás más para
ellos”. El experto destaca que incluso los dulces pueden elegir sus precios
basándose en más que los simples ingredientes. “Con Hershey’s estás obteniendo
un rico chocolate, pero Godiva (que es mucho más caro) está vendiendo amor y
una forma de consentirte”.
¿Debo agrupar varios productos por un solo precio?
De ser posible, usa el pricing para conseguir que tus clientes compren
varios productos en lugar de uno solo, dice Izaret. Él destaca a McDonalds y el
éxito que ha tenido la marca en agrupar las papas y el refresco con la
hamburguesa. También está Microsoft que vende Excel, Word y Outlook en un solo
producto: Microsoft Office. “Al juntarlos a la principal venta, estás renunciando
un poco a cada producto, pero consigues que compren los tres; un buen trato
para el vendedor y el comprador”, dice Stiving.
¿Debo ofrecer descuentos para atraer gente?
Las promociones están bien de vez en cuando, pero el precio completo
debe permanecer como el estándar. Si comúnmente tienes un descuento para vender
tu producto, o tienes un exceso de inventario con cosas que la gente no quiere
comprar o estás intentando venderlo al consumidor equivocado, dice Johnson.
Una vez que las personas paguen poco, es muy difícil aumentar el precio
a un nivel en el que obtengas buenas ganancias. “Si el producto tiene 10
características, pero a la gente sólo le importan tres, eso puede resultar un
‘tiro por la culata’ ya que sentirán que están comprando muchas cosas que no
necesitan”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario