Usualmente
cuando un empresario se siente estancado, le vienen dudas; si realmente éste
era el gran negocio de su vida, si aún puede dar marcha atrás o bien rendirse
ante las adversidades y perder todo lo que ha invertido.
Eso era
lo que sucedía antes, no había un financiamiento que pudiera sacarlos a flote
para arrancar su negocio. Pues bien, ahora existen nuevas formas de ayudar a
los emprendedores y una de ellas son las incubadoras, las cuales financian a
las nuevas firmas y las prepara para seguir en carrera rumbo a su propio éxito.
Pero ¿qué son las incubadoras?
Las
incubadoras de empresas son centros de atención a emprendedores donde dan
orientación y asesoría para que hagas realidad tu idea de negocio.
¿Cómo
apoyan las incubadoras a tu negocio?
Estos
centros de apoyo te ayudan a montar tu empresa desde cero, evaluando la
viabilidad técnica, financiera y mercadeo de tu proyecto (análisis de
competencia).
Además,
te proporcionan asesoría legal y administrativa, dándote también asesoría en
mercadotecnia y ventas, espacio físico, equipo, logística y obviamente
financiamiento y capital semilla.
En el
mercado existen incubadoras del sector privado, universitario y gubernamentales
todas ellas avaladas por la Secretaría de Economía.
En México existen 3 tipos de incubadoras:
Negocios
tradicionales.
Se enfocan principalmente al comercio, servicios y algunas
industrias ligeras como por ejemplo: papelerías, confección de maquila de ropa,
loncherías, farmacias, restaurantes, lavanderías, joyerías, tiendas de
abarrotes, comercializadoras, distribuidoras y consultorías. Su infraestructura
tecnológica y física, así como sus mecanismos de operación son básicos y su
tiempo de incubación es generalmente de 3 meses. Este tipo de incubadora no
brinda dinero en efectivo sino las herramientas necesarias para arrancar tu
empresa y posteriormente obtener el capital de riesgo para continuar con el
desarrollo fuera de la incubadora.
Tecnología
intermedia.
Los requerimientos para estas empresas de infraestructura física y tecnológica
así como sus mecanismos de operación son semi-especializados e involucran
elementos innovadores por lo que deben de vincularse a centros e institutos de
conocimiento, grandes
empresas o redes estratégicas de innovación. El tiempo de
incubación es de aproximadamente 12 meses y está ideado para aplicaciones web,
desarrollo de redes simples, tecnología simple para el sector alimenticio,
telecomunicaciones y software semi- especializado y servicios basados en
tecnologías de la información y diseño.
Alta
tecnología.
Este sector se encarga de albergar incubadoras que incluyen negocios
enfocados a los sectores de software
especializado, tales como tecnologías de
la información y comunicación microelectrónica, biotecnología, alimentos,
farmacéutico. Estas incubadoras de alta tecnología requieren de un mayor tiempo
de incubación, amplia infraestructura física, tecnológica y operación
especializada. Los proyectos que ingresan a estos centros pueden tardar hasta
dos años en ser incubados.
Para la
puesta en marcha y permanencia de un negocio se debe pasar por tres
indispensables etapas, las cuales son:
- Pre-incubación: periodo que dura seis meses y en el cual se le brinda al emprendedor una orientación para el desarrollo de su negocio.
- Incubación: etapa que dura un año y medio: tiempo en que se revisa y da seguimiento a la implantación, operación y desarrollo de su empresa.
- Post-incubación: proceso que va después de que se ha puesto en marcha el negocio, con el fin de mejorarlo continuamente, para esta etapa se requiere de una asesoría.
- Esta forma innovadora de lanzar negocios ha tenido resultados positivos a nivel internacional en países como Brasil, China, Estados Unidos, Israel, Japón y la Unión Europea.
Fuente: Secretaría de Economía.
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